Reflexión al evangelio (Mateo 18:21-22)
¿Cuántas veces hay que perdonar? Pregunta el apóstol Pedro. Hasta setenta veces siete es la respuesta que da Jesús que es como decir siempre. Esto me ha hecho reflexionar la afirmación que hace Jesús a los fariseos: El que este libre de pecado que tire la primera piedra. En este mundo que nos ha tocado vivir no estamos exentos de necesitar el perdón de Dios. La coherencia con el mensaje de Jesús, desde mi humilde opinión, es imposible. La misma condición humana nos hace tender a cumplir lo contrario empezando desde nuestro pensamiento. San Pablo ya lo expresaba en una de sus cartas diciendo que muchas veces deseamos hacer lo correcto, pero nuestra condición frágil nos hace actuar de distinta manera. Si Dios nos ha creado también nos ha dado la propia medicina para resolver dicho dilema, decía San Agustín.
Para que Dios nos perdone tenemos que perdonar a los demás. Esta condición parte ya de que tenemos que tener en nuestra mente que aquí en la tierra no hay nadie perfecto. Todos estamos en el mismo saco. Y el único camino para perdonar es reconocer dicho pensamiento y abrirse a la gracia que Dios nos da. Cuando me siento agraviado tengo que pensar que yo también he podido ofenderá a muchas personas. Solo desde esta conciencia Jesús nos enseña que podemos ser conscientes del Dios misericordioso que perdona y al recibir dicho perdón abrirnos a perdonar a los demás y viceversa.
Vivamos pues reconociendo nuestra propia condición y aceptando que necesitamos de Dios como Jesús nos enseña.