XX Domingo del Tiempo Ordinario

Category: Homilias
Creado: Luis

Lectura del libro de los Proverbios (9,1-6); Sal 33,2-3.10-11.12-13.14-15; Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,15-20); Lectura del santo evangelio según san Juan (6,51-58)

Hoy el libro de la Sabiduría nos invita a ser prudentes. Vivir una vida en armonía con lo que nos rodea. Para ello nos propone un camino. Cuidar lo que le decimos a los demás. Las palabras que salen de nuestra lengua son como un espejo de nuestras emociones. Cuando la utilizamos para desprestigiar, ofender, mentir… la maldad recae también en nosotros y nos hace perder algo tan valioso como la paz, tener la conciencia tranquila. Y lo mismo podemos decir de las malas acciones.
La prudencia nos invita a que todo tiempo es propicio para tomar la decisión correcta. Para ello San Pablo nos propone abandonar los malos hábitos. Sabemos que no es fácil, pero la propuesta que nos da es vivir según los valores del Evangelio, cuya recompensa será un mayor sentido y disfrute de nuestra existencia. La oración, las buenas acciones, el ser agradecido… Internet tiene muchas cosas buenas y una de ellas es encontrar reflexiones como la siguiente:
Cuenta una antigua leyenda, que un sabio anciano perteneciente a la tribu de los Cherokees, le contó este cuento a uno de sus nietos, para que entendiese un poco más sobre sus emociones. Al Cherokee le gustaba contar historias con el objetivo de hacer reflexionar a su nieto y, de esta forma despertar su conciencia. Cuenta la leyenda que el abuelo cada día al atardecer encendía una gran hoguera y, acto seguido llamaba a su nieto para conversar.
El niño se acercó como cada día a la hoguera. Como era de costumbre, su abuelo le estaba esperando….
Su nieto noto que su abuelo parecía nervioso, estaba inquieto. El pequeño con una voz titubeante le pregunto a su querido abuelo:
– Abuelo, ¿qué te pasa? ¿Te encuentras bien? ¿Pareces enfadado?
Y él contestó:
–Algo dentro de mi está sucediendo, Siento como si dos lobos estuvieran peleando dentro de mí, en mi corazón.
-Uno de ellos es negro, es un lobo violento, lleno de rabia, vengativo, malo, lleno de envidia.
-El otro lobo es blanco, él es noble, bueno, compasivo, generoso, está repleto de cariño y de amor.
Su nieto parecía no entender, le miraba fijamente, hasta que de repente y después de un largo silencio, le pregunto:
– Abuelo, ¿y quién ganará la pelea?
Y el abuelo contestó:
– Aquel a quien yo alimente.
(Tomado de: https://mariachaques.com/erase-una-vez-el-cuento-de-los-dos-lobos/)
Dejar los malo hábitos parte de cambiarlos por buenos. Y para ello es importante lo que nos dice hoy Jesús en el evangelio. Estar cerca de su palabra. Comerla y comprenderla, para que poco a poco esas palabras cobren vida y como el sol que empapa la tierra y le da vitalidad día a día, así también nuestra vida. Es responsabilidad nuestra lo que dejamos entrar en nuestra vida. Jesús se convierte en pan bajado del cielo y aquel que quiera aceptarlo tiene el poder de transformar su vida y hallar esa paz y tranquilidad que hace aun en las tormentas de la vida. El que esta en comunión con Jesús sabe que el mayor regalo es la vida eterna. Vivamos pues desde las enseñanzas del evangelio y dejemos esos malos hábitos que nos crean un vacío de tristeza y desesperación. Las enseñanzas de Jesús son palabras que alimentan la vida con la esperanza, la fe y la caridad.

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