PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO.
Ciclo C-2024/2025
1ª Lct: Jeremías 33,14-16: Suscitaré a David un vástago legítimo.
Sal 24,4ab-5ab.8-9.10 y 14:A ti, Señor, levanto mi alma.
2ª Lct.:1ªTs.3,12-4.2:Que el Señor os fortaleza interiormente.
Evangelio: Lc.21,25-28.34-36:Se acerca vuestra liberación.
El profeta Jeremías, de una interioridad exquisita, sufre las convulsiones políticas y morales de afectan a su pueblo y a pesar de sus pesares, denuncia en nombre de Dios las actitudes de los dirigentes del pueblo, lo que le acarrea persecución y muerte. En medio de este ejercicio profético duro y difícil,él también abre una ventana de esperanza, perforando la dureza del tiempo y ofreciendo este mensaje: ”Suscitaré a David(Rey por excelencia) un vástago(hijo o descendiente)que hará justicia y derecho en la tierra”.
A unos litigantes y sus abogados que esperaban, después de un largo tiempo, ser recibidos por el juez se les advierte que han de ser parcos en sus exposiciones. Cuando el juez se dirigió a uno de los abogados ,éste, cruzándose de brazos le espetó al juez:“Lo único que pido es que a mi cliente se le haga justicia”.¡Y no era poca cosa lo que pedía …¡
Pues el profeta Jeremías anuncia que “ Judá y Jerusalén vivirán tranquilos, se les hará derecho y justicia y a Jerusalén la llamarán: Señor nuestra justicia.
Normalmente entendemos que la justicia es una virtud cardinal por la que a cada uno se le da lo suyo. ¡Y está bien¡
Para el creyente la justicia de Dios es la gracia, el don por el que Dios nos hace justos, nos hace santos, nos justifica, nos renueva interiormente y lo que hemos de hacer es creer, apropiarnos de la gracia ofrecida.
Siendo nosotros pecadores Jesús murió por nosotros. ¡A penas se encontrará alguien que muera por un justo pero lo que es por un pecador¡…pues Jesús murió por nosotros(Rm.5,7-10).Esta es la raíz de nuestra esperanza, esta es la gracia, así es la justicia de Dios.
El señor es bueno y es recto, enseña su camino a los humildes .Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardaran su alianza y sus mandatos. Así es como viviendo la gracia, la justicia, la misericordia de Dios nos impulsa a “rebosar de amor mutuo y amor a todos”. Por eso S.Pablo continúa amonestándonos que “ojalá “os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre”. Y continúa el apóstol: ”habéis aprendido de nosotros cómo agradar a Dios”. Él lo agradó acogiendo la gracia de la conversión a Jesús y luego decidió entregar su vida con toda las vicisitudes que jalonaron su dedicación a anunciar el evangelio a los gentiles.
Con esta actitud creyente de fe, esperanza y caridad acogemos el mensaje de Jesús en el evangelio. Ciertamente este mensaje hoy se nos presenta envuelto en un ropaje literario espectacular, de conflagración cósmica, convulso y angustioso. No podía ser menos la preparación urgente del Hijo del Hombre que viene con poder y majestad(Daniel,7,13).Pero Jesús más allá de este lenguaje apocalíptico y escatológico nos envía a lo esencial :»Cuando suceda esto: ”levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”
Aviva el deseo de salir al encuentro de Crsito, acompañados de buenas obras. Que la Eucaristía sea para nosotros prenda(arra, anticipo) de la salvación. Que fructifique en nosotros la celebración con que Tú nos enseñas ya en nuestra vida mortal a descubrir el valor de los bienes eternos y a poner en ellos nuestro corazón.
que afectan