DOMINGO SÉPTIMO ORDINARIO
1ªLct.:Sam.26,2-7.12-13: El Señor te puso en mis manos pero no he querido atentar contra él
Sal.102,1-2.3-4.8 y 10.12-13:El Señor es compasivo y misericordioso
2ªLct.1ªCo.15,45-49:Nosotros que somos imagen del hombre terreno seremos también imagen el hombre celestial.
Ev.:Lc.6,27-38: Sed compasivos como vuestro padre es compasivo.
El domingo pasado quedamos prendidos de las palabras de Jesús que desde el monte, rodeado de una inmensa multitud, iba desgranando una a una las bienaventuranzas que hemos aprendido en el catecismo no como una suerte de metas difíciles para alcanzar con esfuerzo y empeño rayando en el heroísmo sino indicando en primer lugar la condición personal de Jesús que encarna ese modo de vivir y que Él mismo aprecia reflejadas en personas que en aquel momento le rodean: los necesitados no tanto de dinero sino de Dios(los pobres);los carentes de lo necesario(hambrientos) capaces de compartir con los pobres; los transparentes, sinceros y limpios ante Dios, que se sienten hostigados precisamente por ser los justos y los nobles por la causa de Jesús. Sufren con paciencia la persecución pero escuchan con agrado y aceptación las palabras de Jesús. Y como aquellos, siempre ha habido hombres y mujeres bienaventurados por el Reino de Dios de justicia, amor y paz en medio de un mundo transido por el mal.
Pues hoy, continuamos sentados en el monte con aquella multitud y con tantos testigos que a lo largo de la historia han acogido y pretendido vivir, esto que Jesús continua predicando con el listón moral tan elevado de “los hijos del Reino de Dios que hace salir el sol sobre malos y buenos”.
Hoy Jesús nos vuelve a dar palabras difíciles y actitudes desmesuradas para nuestra pobre condición humana: ”Amad a vuestros enemigos” ,”sed compasivos como vuestro Padre celestial es compasivo”. Y ante nuestra posible extrañeza y resistencia Jesús, como cuando les explicaba la Eucaristía(“si no coméis la carne del Hijo y no bebéis su sangre…)y muchos se fueron…volverá a decirnos:¿también vosotros queréis dejarme?¿os resulta duro y difícil este mensaje?. Desde el amor derramado y sentido en nuestra vida por Jesús el Padre y su Espíritu, podemos responder: ¿A quién vamos a ir?… tú tienes palabras de vida eterna.
Hemos escuchado un fragmento del libro de Samuel en que el rey David tiene en su mano vengarse y tomar la justicia por su mano en el rey Saúl que injustamente le persigue pero a quien David considera intocable porque es “ungido de Dios”. Se sobrepone David y convence a sus acompañantes.
Sabemos de la situación de violencia y terrorismo en esta tierra y en tantas otras, de tanto sufrimiento. Sabemos del recurso a la legítima defensa que la doctrina moral de la iglesia así como de la legítima defensa colectiva . (la guerra defensiva). Mas Jesús en esta mañana nos invita a entrar en nuestro interior donde suelen anidar tantos odios, resentimientos, enemistades, espíritu venganzas que nos quitan la paz ,regalo tan precioso del Señor.
Celebramos la Eucaristía que es un horno de fuego y amor, una hoguera saludable y Jesús nos invita a arrojar todo nuestro mundo interior en el fuego del Espíritu que Él sostiene para salir reconciliados y vivificados por la paz de Jesús.
Caso del P.Antonio Puglici asesinado por un joven. Después de 5 años determinó colaborar con la justicia. Confesó que al disparar sobre sacerdote éste le sonrió y ese gesto no le había abandonado.
La meditación de la doctrina nos enseñe a cumplir de palabra y obra lo que te complace