Padre Carlos Homilía VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO ORDINARIO

VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO ORDINARIO

VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 

1ªLct.: Is.53,10-11:Cuando entregue su vida como expiación

Sal 32:Que tu misericordia venga sobre nosotros

2ªLct.:Hb.4,14-16:Se compadeció de nuestras debilidades

Evangelio: Mc.10,35-45:El Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos.

 

 

El domingo 24º del tiempo ordinario fue proclamado el evangelio según S.Marcos 8,27-35 en el que Jesús les hizo a los apóstoles una pregunta: ”Quién dice la gente que es el hijo del hombre’ ¿quién decís vosotros que soy yo?

Siempre que venimos a la eucaristía u oramos en nuestras habitación o leemos la Palabra de Dios Jesús nos sale al encuentro con su gracia y con la pregunta ¿quién dices que soy yo para ti? Sígueme.

En este caminar creyente Jesús nos va descubriendo matices y tonos de su personalidad dándonos su Espíritu para que también nosotros nos configuremos como humildes discípulos que “sabemos de quien nos hemos fiado”(2m1,12) y “todo lo considero pérdida con tal de llegar al conocimiento de Cristo Jesús que me amó y se entregó por mí” (Flp.3,8-15)

El fragmento del profeta Isaías nos ofrece la silueta misteriosa del Siervo de Yahvé.Por sus trabajos del alma(“el Señor quiso triturarlo con el sufrimiento para expiar=borrar las culpas, purificarse, purgar, penar,  redimir)  justificó a muchos porque cargó con los crímenes de ellos.

Cierto médico, algunos años después de la segunda guerra mundial ,examinaba a una mujer judía que llevaba una pulsera hecha de nueve dientes de oro.”Bonita pulsera ”observó el médico.”Sí-respondió la mujer”…Este dientecillo es de Miriam y este otro de Esther y este otro de Samuel…”Y así siguió mencionando el nombre de sus hijos e hijas ”Nueve hijos y todos fueron llevados a la cámara de gas”. A la pregunta de cómo podía vivir con semejante destino ella respondió que actualmente dirigía un orfelinato en Israel”). El sufrimiento ha encontrado su sentido, su orientación, es fecundo, prolonga el amor, la misericordia, la justicia. «Cuando se tiene un porqué, se puede soportar el cómo».

Jesús el Hijo del hombre en su misión evangelizadora asume esta condición de Siervo, sumo sacerdote que se compadece de nuestras debilidades:”probado en todo como nosotros menos en el pecado”.

Por eso la Palabra de Dios en la carta a los Hebreos nos insta  a “mantenernos en esta confesión de la fe n Jesús que ha atravesado el cielo, que entra en la intimidad de Dios y nos da misericordia y gracia y nos auxilia”.

Esta identidad de Jesús y de cuantos queremos ser sus discípulos ,se concreta aún más en el fragmento del evangelio en el que los hijos del Zebedeo ,al constatar la grandiosa figura de Jesús que irradia tanta sabiduría, bondad y curación ;realizan un gesto de audacia para pedirle un puesto a su derecha e izquierda en el Reino de Dios que han oído predicar a Jesús.

Jesús, paciente y comprensivo ,no puede por menos de exclamar: ¡no sabéis lo que pedís¡¡Si supierais lo que me espera¡:beber el cáliz( sangre,sufrimiento),bautizarme(sumergirme en el dolor…) ¿Podéis hacer esto? …Si…bebereis el cáliz,recibireis el bautismo(como todos los apóstoles sufrirán por Jesús)…pero el puesto a mi izquierda o derecha eso se lo reserva mi Padre…¡

Más. El Reino que anuncio no es como el  de los jefes de la tierra que tiranizan y esclavizan a los súbditos. Eso, no. La clave del reino será la justicia, el amor, la paz, la fraternidad y el que quiera ser el mayor en el Reino sea vuestro servidor. ”No he venido para que me sirvan sino para servir y dar la vida en rescate por todos.» Esta es la identidad de Jesús, el hijo del hombre, el hijo de Dios.

Hoy celebramos la Jornada Mundial de las Misiones con el lema: Id e invitad a todos al banquete. El cartel anunciador ofrece en primer plano a un sacerdote oculto mostrando la forma consagrada y a un grupo de personas que se acercan por uno camino. Vienen al banquete de la Eucaristía que da fuerza y energía para sentirse luego con la fuerza de compartir hasta el pan material y vivir la fraternidad. Nos solidarizamos con los misioneros y misioneras que en vanguardia y con dificultades,anuncian a Jesucristo. Oramos con ellos y por ellos y realizamos el gesto del donativo para que ellos tengan vida y puedan compartirla y sean instrumentos también de humanidad .

“Señor, concédenos un corazón libre”, “que tu gracia nos purifique ”,»que participando frecuentemente en la Eucaristía disfrutemos de tus beneficios en la tierra y crezca nuestro conocimiento de los bienes del cielo”.    

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